Jugando a...

lunes, 15 de julio de 2013

Flicky

Tal como había dicho hace unos cuantos meses, cuando les presentaba una de mis últimas adquisiciones, concretamente la de Sega Genesis Collection para PSP, una recopilación de este tipo viene bárbara para poner más movimiento en este blog presentando buenos juegos para consolas de Sega.
El juego que voy a comentar este mes, vino incluido en dicha recopilación, y lo conocía de nombre, porque me lo habían recomendado, y aunque a primera vista no es tan llamativo, realmente el nivel de adicción que uno puede llegar a agarrarse con este juego lo hace digno de pertenecer a la lista de juegos comentados en Reviews de los Clásicos: vamos a revisar Flicky.



Con un nombre así de simple, podría presentar a Flicky como el típico juego de los inicios del NES, ya saben, esos títulos simples, adictivos, que más que a la acción tiraba a la estrategia, y que se caracterizaban por no tener un final (o si lo tienen, es insignificante) y por estar compuesto por tantos niveles que es casi imposible terminarlo de una tirada… pensando, se nos vienen títulos a la cabeza como Bomberman o Lode Runner ¿no? La única diferencia, es que Flicky salió para una consola de 16 bits, donde ya no eran tan comunes esos juegos.
Flicky es un juego de arcade que salió en 1984, desarrollado por Sega, y que llegó al Sega Mega Drive/Genesis en mayo de 1991, y esta es la versión que nos interesa.



Flicky tiene una historia muy simple: manejamos al pajarito azul cuyo nombre le da el título al juego, a través de diferentes niveles plataformeros donde deberemos buscar a sus hijitos, unos pollitos amarillos llamados “Chirp”, y llevarlos a la puerta de salida del nivel (el juego mismo explica esto antes de comenzar la partida de una forma resumida y más que suficiente).
Pero la cosa no será fácil, ya que habrán personajes que estarán intentando darnos caza y hacernos la travesía difícil: ellos son Tiger, un gatito naranja que veremos duplicado en la pantalla (es curioso, que tanto Tiger como Chirp sean presentados como uno, cuando en realidad son varios personajes), e Iggy, una iguana verde, pequeña que también comenzará a molestarnos cuando estemos avanzados en el juego.
Así de simple es Flicky, no se necesita más.



Como ya les comenté, tanto gráficamente como musicalmente este juego no destaca demasiado. De hecho, me parece muy simple como para ser de Genesis, y creo que en una consola inferior hubiese quedado igual de bien, pero esto no le quita mérito al juego, porque su fuerte no son estos aspectos.
Pero siguiendo con lo gráfico, y como pueden ver en las fotos, el juego está compuesto por gráficos simples y coloridos, y personajes pequeños pero reconocibles.
La música, totalmente repetitiva y monótona, no está más que para acompañar la experiencia, y para adornar ciertas situaciones del juego, como el momento de pasar una escena, de perder una vida, o de entrar en la fase de bonus, al igual que los efectos de sonido, también simples pero eficientes.



Pero, como ya había dicho, el verdadero fuerte de Flicky es su jugabilidad. Si bien el control no es como el de un MegaMan, por ejemplo, sí es cómodo, y la misma movilidad del pajarito azul le agrega buen reto al juego en general.
Del control solo puedo decir eso, acostumbrarse a manejar a Flicky no es fácil, tampoco es difícil, pero a mí me parece un control cómodo y le agrega un muy buen reto al juego, como decía antes.
Los enemigos tienen movimientos bastante predecibles, en especial los gatitos, ya que su estrategia es simple: si Flicky sube, ellos suben, si Flicky baja, ellos bajan; esto puede ser una ventaja, porque ellos subirán aunque haya una pared separándolos y el camino más rápido sea por abajo, manejar ese aspecto lleva a la victoria. En el caso de Iggy la cosa no es tan predecible, y a veces nos causará más de una molestia.
Sin embargo, la cosa no se limita solamente a recoger a los pollitos y esquivar a los enemigos, sino que también podremos hacerles la vida imposible a ellos, utilizando ciertos elementos que están repartidos en las escenas, y con el mismo botón de salto, podremos tirárselos y eliminarlos hasta que vuelvan a aparecer.
En cuanto a los escenarios, comentar que son los típicos de esa época, como bucles, llamémoslos, pero no tanto como PacMan (que sales por la derecha y apareces por la izquierda), sino más como los vistos en el Kid Icarus de GameBoy, que por más que sigamos avanzando hacia un lado, siempre recorreremos el mismo escenario. La mejor forma de explicarlo e imaginárselo es como si fueran habitaciones circulares y uno esté ubicado exactamente en el centro, girando.



Realmente, aunque esta descripción pueda parecer insuficiente y parezca describir un juego aburrido y sin gracia, de verdad se los recomiendo, porque es altamente adictivo, y en este tipo de juegos, la verdad, no necesitamos más nada; ¿para qué tener más gráficos? Con los que ya están, me parece más que suficiente.
Así que deberán buscar a los hijitos de Flicky a lo largo de 48 niveles, y se necesitará mucha práctica para llegar al final del juego, donde podrán ver un final (valga la redundancia) para después volver a comenzar, más difícil y más difícil.

Lo curioso de Flicky es que este personaje se ha transformado en parte del mundo de Sonic, ya que en la mayoría de sus juegos los podemos ver, a modo de cameo, pero también como si fuera una “raza” más de criaturas que habitan en su mundo, como en los primeros juegos de Sonic, que los “Flickies” son usados como motor para los malignos robots del Dr. Robotnik, al igual que otros animales, e incluso estas criaturas tendrán su propia isla en Sonic 3D Blast.
De verdad me parece un tema interesante para dedicarle un artículo algún día en BIRCland.



Y bien, así es Flicky, como ya dije, y no me voy a cansar de repetirlo, un juego simple, pero cuya simpleza no tiene nada de importancia si lo que el juego brinda es adicción y diversión, y verdaderamente, en este juego, están aseguradas (aunque la portada sea tan mala que no inspire confianza tampoco).
Le voy a poner un 7.5, porque un 8 me parece “demasiado mucho”, para un juego que me parece que hubiese funcionado muy bien en una consola inferior técnicamente al Sega de 16 bits. Me parece que uno, en la Genesis, espera más. Sin embargo, me parece genial que un juego como este forme parte de recopilaciones como Sega Genesis Collection, o incluso el Sonic Mega Collection del GameCube, donde viene como desbloqueable.
Pruébenlo, y me cuentan.

2 comentarios:

  1. ¡¿Aun existe este blog?!
    Que grata sorpresa me lleve al entrar por nostalgia despues de unos años y ver que aún se hacen "Reviews de clasicos"

    respecto al juego parece uno estilo Lemmings. Creo que esta es la clase de juegos que nos muestra que la jugabilidad es mil veces más importante que las gráficas.
    Excelente reseña

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias por comentar!
      Pues si, aún existe. No publico reviews con la frecuencia semanal de antes, pero cada tanto tiempo aparece algo (cada mes/mes y medio).
      Saludos!

      Eliminar

¿y qué opinas sobre el título de esta semana? Críticas, recomendaciones, aclaraciones, dudas, tu opinión, etc.... Comenta lo que quieras sobre el juego

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...