Speedy Gonzales

Esta vez toca el turno de analizar un interesante y muy buen juego para GameBoy, que se había quedado en el olvido, al cual volví a jugar y volví a disfrutar como si fuera la primera vez… es que en realidad fue la primera vez, pero lo voy a explicar más adelante.

Sin más nada que decir, pasamos al análisis del Speedy Gonzales (sí, con "S" al final), un juego de plataformas desarrollado por Sunsoft en 1993.



En mis blogs he mencionado más de una vez que la constante ley comentada entre jugadores de que “los videojuegos basados en películas o series de TV son malos” tuvo una época en que no se respeto para nada. De hecho, he comentado unos cuantos juegos basados en series de dibujos animados que son de gran calidad, incluso juegos basados en películas que pueden llegar a estar en los rankigs de los mejores juegos de la consola.
Con Speedy Gonzales pasa lo mismo, realmente es un buen juego, si bien quizás no llegue a estar entre los diez o veinte mejores de la consola, realmente considero que es una buena joya para una decente colección de GameBoy, pero para demostrarles todo esto, voy a pasar a comentar sus apartados.




De la historia, sinceramente, no sabría qué decir, porque en ningún momento se nos da a conocer, y tampoco he podido acceder a información en la web como para conocerla (ya que generalmente, en juegos de esa época, la historia era detallada en el manual), pero bueno, es un “juego antiguo”, y como tal, la historia es lo que menos importa.
Quizás lo primero que llame la atención al comenzar a jugar es la música. El juego nos recibe con la clásica melodía de los Looney Tunes, para continuar con melodías que son, me parece, típicas de la cultura mexicana, o quizás no, pero muchas melodías que cualquier persona con cultura general conocerán serán escuchadas mientras juegan, como por ejemplo la canción de “la cucaracha”, entre otras tantas que incluso son conocidas pero pocos saben los nombres.



En cuanto a lo gráfico, este juego se lleva 10 puntos, de verdad. Desde los sprites hasta los detalles de los escenarios están muy bien hechos.
Tanto los sprites de Speedy como los de los diferentes enemigos son de un tamaño adecuado teniendo en cuenta las dimensiones de la pantalla del GameBoy, y aún así son sprites reconocibles, con forma, y calidad, solo basta ver al personaje que manejamos y a los enemigos de los escenarios para darnos cuenta de ello.
De los gráficos restantes, es decir, los que conforman los escenarios, destacan dos puntos: en primer lugar, cada una de las diferentes zonas por las que se desarrolla el juego son diferentes entre sí, y cada una tiene sus obstáculos y enemigos característicos, en este punto, el juego cumple muy bien. Pero creo que el juego hace gala en los escenarios en los que enfrentamos a los jefes, como podrán ver en las fotos, todos gozan de muy buenos fondos detallados.



La jugabilidad también se destaca. El control de Speedy es extraño, diferente a lo que podemos estar acostumbrados, de hecho hace acordar al de otro personaje (Sonic). Como sabrán, Speedy Gonzales se caracteriza por ser “el más rápido del oeste”, por lo que la velocidad va a ser un factor importante y constante. Habrá que tomar carrera para saltar pozos largos y para esquivar ciertos obstáculos, pero también se tendrán que hacer movimientos lentos y calculados para salir victorioso.
El juego se desarrolla a lo largo de seis niveles, con tres escenas cada uno, más una final, donde recorreremos lugares como una zona de hielo, un bosque, el campo, el desierto, México y la isla de queso, y como dije más arriba, cada zona tendrá su escenario característico, con sus enemigos y obstáculos únicos.



Quizás a muchos este título es recuerde a Sonic, y no están tan errados. De hecho, hay un hack de este juego que se llama “Sonic 6” que cambia el personaje de Speedy por el de Sonic, quedando bastante bien a decir verdad, ya que muchos elementos de estos títulos son parecidos (como por ejemplos las vueltas como las de la foto de abajo). De hecho, esta fue la primera vez que jugué al Speedy Gonzales, porque hace muchos años había jugado al Sonic 6. Quizás se gane un lugar en la sección de “Hacks que valen la pena” en BIRCland.
De hecho, y volviendo a este juego, podría decir que la jugabilidad en Speedy Gonzales, que se maneja bastante parecido a Sonic, por lo pesado del personaje y demás, se asemeja bastante a la jugabilidad durante la Marble Zone del primer Sonic de Genesis, y me refiero a que no todo es pura velocidad saltos, sino que en este título hay muchas zonas en las que se deberá calcular cada movimiento, y también lugares donde buscar ciertos carteles que abren nuevos caminos y demás. En este sentido el juego gana puntos.
Y ya que mencioné estos carteles, decir que los mismos funcionan también como check points, y que además, encontraremos muchas ¿galletas de queso? Que nos darán mas puntos (pero ninguna vida).



Entre los factores negativos de este juego, que he encontrado pocos, podría decir la poquísima dificultad de los jefes, quienes siguen ciertas rutinas de movimientos, fáciles de aprender, y quienes son derrotados con un salto en la cabeza. Pero podría decir, también, que esto es subsanado por la dificultad creciente que va tomando el juego a medida que se van pasando las escenas, ya que algunas se vuelven algo complicadas, además de que deberán volver hacia atrás en alguna ocasión para buscar el cartel que abra el pasadizo. Como ven, no se trata de un simple plataformero de avance constante hacia delante.



¿Qué más podría decir de este juego? Creo que el resto lo aportan las fotos. Speedy Gonzales es un juego típico de GameBoy de la época, sin complicaciones, de esos que prendes la consola y te pones a jugar. Le hace honor al catálogo, y realmente vale la pena probarlo, pero eso sí, no esperen un final recordable porque se decepcionarán, y si, prefiero avisarles a que este juego pase al olvido por su final. Mejor disfrutar del juego.
Esto fue todo por hoy, hasta la próxima.